MIGUEL ÁNGEL BUILES, UN ADALID Y SU LUCHA
Mons. Miguel Ángel Builes oriundo de las entrañas de las altas montañas de Colombia en el departamento de Antioquia, en el poblado Don Matías, es el segundo de nueve hijos que tuvo el matrimonio de Agustín Builes y Ana María Gómez Peña[1]. Su vida en la filosofía religiosa comenzó por el orden tradicional de las costumbres socio-culturales, pues desde la parroquia se organizó en gran medida la sociedad colombiana, se articuló en comunidad social, económica y culturalmente; y la parroquia a su vez giraba en gran medida en torno al orden figurativo que le había dotado la filosofía religiosa del cristianismo.
El proceso Figurativo del Hombre cristiano católico apostólico y romano inicia desde los primeros días de vida hasta la muerte [2]. Miguel Ángel Builes entró en este mundo ideológico a solo dos meses de nacido. Vino al mundo un 9 de septiembre de 1888 y para el 12 de noviembre ya estaba ingresando a este entramado paradigmático desde sus rituales llevados a cabo en la parroquia de Don Matías, con el primero de todos los rituales: el bautismo. Su vida continúa por este rumbo ritualista y significante de la “Realidad de Mundo”, pasando por el Sacramento de Confirmación en 1893, la primera comunión en 1897. En esta última fecha toma la decisión de su vocación sacerdotal. En 1903 decide que va a entrar al Seminario en 1905, pero es en 1907 cuando logra ingresar; tras dos años de tareas agrícolas con su padre. El primer logro de su vocación lo alcanza un 29 de noviembre de 1914, cuando recibe la Ordenación Sacerdotal en la ciudad de Santa Fe de Antioquia y en 1915 recibe el primer ordenamiento sacerdotal. Esta primera escala en su vida de hombre de fe obedece a un nombramiento como cooperador de la parroquia de Valdivia, un poblado de Santa Fe de Antioquia.[3]
En el año de 1917 Builes es designado como párroco de la nueva parroquia de Santa Isabel y el Tigre y al año siguiente es trasladado a la de Remedios, desde aquí empuña su “Espada”[4], como llamó a un periódico que fundó, cuyo fin obedecía al de combatir el “error”, el cual “amenaza a la humanidad entera desde el averno con sus demonios y todas sus hordas de pecados y pecadores[5]. La Espada fue su primer fuerte desde el cual enfrentó el mal o error, esta obedece a una forma metafórica de defensa y legitimación del orden monoteísta cristiano. Propagar el orden establecido bajo las doctrinas del cristianismo católico[6]; es una forma de llevar su cometido de hombre de fe.
Si su comienzo como defensor de las doctrinas cristianas dio un paso de vital importancia en su vida con la ordenación como sacerdote, tal defensa se intensifica con el recibimiento de la ordenación episcopal, la cual se da el 3 de agosto de 1924 en la Catedral primada de Bogotá. Su elección se había tomado el año anterior, el 29 de noviembre de 1923, escogido por el Papa Pío IX para presidir como obispo en la mitra de Santa Rosa de Osos (Antioquia)[7].
Desde su llegada como su obispo comienza con sus propósitos de conducir al Hombre/ciudadano colombiano por la senda de tales doctrinas, las del orden cristiano; Builes dedicó su vida a su vocación de ser guía espiritual, social y político. Su propósito radicaba en conducir a su “rebaño” por la senda del “bien” y con esto evitar el “error”, su postura de vida es una vida amparada en las tradiciones del catolicismo cristiano; pero los estragos del tiempo lo conducen a su ocaso en el año de 1967. El 15 de febrero de dicho año, Builes hace la solicitud a la Santa Sede para ser exonerado de los deberes pastorales por sus quebrantos de su salud. El 7 de marzo se le ordena por parte médica que suspenda todas sus actividades con el fin de ser sometido a una delicada intervención quirúrgica; el 22 de abril el Papa Paulo VI accede a la petición para que pueda retirarse de sus labores que como obispo le correspondía, además, le dispone que conserve su título de obispo de Santa Rosa de Osos y se nombra a Mons. Félix María Torres como administrador Apostólico de esta Mitra. En su larga labor como ministro de la Iglesia hace su última intervención presentando su última Misa un 12 de noviembre de 1968. Y para el 29 de septiembre de 1971 termina su ocaso, se apagan sus luchas al exhalar su último respiro de vida[8]; su cuerpo es sepultado en la catedral de la que fuera su diócesis.[9]
Con el último aliento de vida consumado muere un adalid, un férreo defensor de las tradiciones y costumbres del catolicismo tradicional. Builes dejó una marca en la vida religiosa del país; parte de su legado es material e inmaterial, entre sus muchas luchas y propósitos se nombrarán los de interés para este caso de estudio: las comunidades religiosas que fundó, las pastorales que escribió, sus enseñanzas como ministro de la Iglesia católica a través de su representación de la Iglesia como ministro con el título de Monseñor Miguel Ángel Builes, obispo de la mitra de Santa Rosa de Osos en Antioquia.
La obra de Mons. Miguel Ángel Builes ha sido considerada como una “gran labor misional”[10], al deber de propagación de sus doctrinas[11]. Este prelado encuentra en sus circunstancias de vida la idea de formar “guerreros” que empuñen sus “espadas” para llevar el mensaje de su ideología religiosa a la vida de los individuos que la desconocen, o que se han relajado en sus enseñanzas y costumbres. Para el año de 1927 en el mes de enero se embarca en la fundación de un Seminario de Misiones, cuyo papel es el de formar a dichos guerreros. El 29 de junio se firma el decreto que da vida a su propósito, el decreto No. 80, que confirma la fundación del Seminario de Misiones de Yarumal[12].
Como trae a colación el historiador Cabrera Gabriel sobre la idea de Sergi Gruzinski respecto a las Misiones, como la primera globalización social y simbólica que trae el proceso de la Modernidad y como a su vez esta práctica tiene una gran trayectoria histórica[13] que abarca desde las concesiones que le hizo el papa Alejandro VI a los Reyes católicos en el siglo XV. “Las misiones hacen parte de las organizaciones religiosas y desde tiempos coloniales hasta hoy han jugado un papel protagónico en la difusión de las ideas religiosas. Aunque como bien cabe recordar su ámbito va más allá de lo espiritual pues sus acciones se desenvuelven relacionadas con otros campos como la política, la economía y lo social”[14]. Bajos estos criterios se enfocan las obras de Mons. Builes como tejedoras de realidad social y simbólica.
El seminario de Misiones extranjeras de Yarumal como se le llamó a esta institución se fundó en un predio que negoció y compró Mons. Builes, en una hacienda que se llamaba El Contento, en esta hacienda había una casona vieja que anteriormente funcionó como una fonda, en la que recibía a los viajeros y sus animales para que descansaran, una posada que sirvió como un sitio de relaciones departamentales e interdepartamentales en las que pasaban viajeros de Yarumal, Medellín, Cáceres, Caucasia, del Bajo Cauca, de la costa atlántica etc.[15]. Se puede denotar la intención de Mons. Builes de llevar su misión evangelizadora al fundar este seminario en un cruce de caminos, desde donde se podía llevar la “buena nueva” a diferentes sitios de Colombia y fuera de ella, como era su propósito al fundar un seminario de misiones extranjeras.
Tanto el Seminario de Misiones Extranjeras de Yarumal como las demás fundaciones que creó son entendidas como una necesidad ante la carencia y fortalecimiento del adoctrinamiento cristiano en las zonas veredales de los campos, en las costeras de los mares, en los barrios de las ciudades, en los colegios, hospitales, asilos, orfanatos, talleres y casas de beneficencia; es decir, afronta la carencia y el fortalecimiento del trabajo de carácter solidario que presta la Iglesia a cambio de su avance y defensa de sus postulados filosóficos de vida. Tales instituciones se fundaron en el siguiente orden: el 11 de abril de 1929 funda la Congregación de Hermanas Misioneras de Santa Teresita del Niño Jesús de Santa Rosa de Osos[16], en 1939 forja la comunidad de las Teresitas Contemplativas[17] y en 1951 la Congregación de las Hijas de Nuestra Señora de las Misericordias[18].
Builes ha librado sus batallas con fidelidad a su vida como hombre de fe, capaz de empuñar sus “armas” e ir a las primeras filas del combate, como un gran guerrero; sin temor se enfrentó a los grandes temas que la sociedad colombiana vivió a lo largo del siglo XIX y en los inicios de siglo XX; libró batallas en contra del pensamiento que apuntaba a la separación de la Iglesia de las decisiones políticas del Estado, de la entrada de las nuevas formas de ver y entender el mundo que trajo la Modernidad. Esto es posible observarlo al ser perteneciente a una corriente ideológica que cerro los caminos al consenso, al disenso y la confrontación de ideas, amparado en un sistema religioso en el afán de parte de algunos de sus representantes, de estructurase hacia dentro, sin la permisividad de la novedad, y bajo la doctrina de la condena al que pregone diferente a este sistema.
Las invenciones, ideas y desarrollos que trajo la Modernidad brindaron la posibilidad de ver y entender el Mundo desde los ojos y los labios de una gran parte del mundo, antes poco o nada conocido para muchos de los habitantes de Colombia[19]. Estas voces e imágenes sobre la vida, el bien, el mal, la muerte, el Estado y la Iglesia etc., irrumpen en la tranquilidad de la vida de ritmos lentos y costumbres más estrechas de gran parte de los territorios que un día pertenecieron al Imperio en el cual “nunca se ponía el sol”[20].
La Educación En Colombia En El Siglo XX
Bellas imágenes del recuerdo en el FERROCARRIL DE ANTIOQUIA. consultado el 01 de enero de 2024.
Recorridos: Ferrocarril de Antioquia [La caja del tiempo] Telemedellín. Consultado el 01 de enero de 2024.
Las mujeres que revolucionaron el arte en Colombia | Historiadoras | El Espectador
Mons. Builes se enfrentó ante las nuevas figuraciones de la vida y el orden, estas trastocaban su forma de idealización del Universo mundo amparado en la tradición del catolicismo tradicional y por ello observó la necesidad de su reprobación y condena. Un ejemplo es el caso de la discutida posición de la Iglesia frente al Estado, una idea de la modernidad, la cual separa lo público de lo religioso, y que para Mons. Builes era inconcebible, o el caso de las funciones y formas de ser de la Mujer, estas van transformándose en aspectos donde la moral católica va perdiendo espacio para ir abriendo posibilidades, como es el caso de que las mujeres pudieran vestir eligiendo a criterio el tamaño y las formas de las prendas a usar.
Tras haber sorteado los avatares del tiempo, para el año de 1938 un 25 de septiembre cumple con uno de sus grandes logros: dicho día, los primeros 7 misioneros son Ordenados como Sacerdotes, es la hora de ser padre de sus convicciones de vida, por primera vez se multiplica su intención de llevar las doctrinas cristinas a los Hombres que, según su criterio, las necesitan; su “legión” ha dado un paso importante en constituirse, y por peldaños va acrecentando su pretensión. Su batalla es la de hacer cada vez más grande el cauce del orden cristiano en el ámbito netamente religioso, pretendiendo que esta filosofía siga siendo un baluarte para el orden social-político.
Es posible observar cómo sus fundaciones son un fiel reflejo de su búsqueda y su espíritu, una lucha constante por esparcir su visión de mundo sobre “el bien y el error”. Indudablemente, el señor Builes es un buen ejemplo de aquellos que viven su fe, no como opinión, sino como certeza.[21] Y esta certeza es la que desde su papel como ministro de la Iglesia lleva a sus feligreses con voz altisonante desde su púlpito, multiplicada por sus escritos pastorales, los que debían ser leídos uno, dos o más domingos consecutivos por sus párrocos en cada iglesia y capilla desde su recepción por orden de Mons. Builes[22], y en algunos casos fueron reimpresos por los periódicos.
Según se percibe en las diferentes publicaciones de la época y lo referido por los historiadores, las pastorales de monseñor Builes eran esperadas con ansiedad para ser leídas en los púlpitos y reproducirlas en periódicos y volantes de todo el país; esto con el objeto de atizar el fuego en época de elecciones o de confrontación partidista. Los liberales las usaban para acusar al clero de ser intransigente e inmiscuirse en política y los conservadores para recordarles a los liberales que Dios estaba del lado conservador [23].
La lectura de las pastorales, de todas las enseñanzas de la doctrina cristiana fue muy importante para los sacerdotes hacerlo sobre todo los domingos, cuando los campesinos iban al pueblo a vender sus cosechas, a mercar y a misa. Era el día preciso para tener gran audiencia[24].
[1] Osorio Jaramillo. Oscar. Monseñor Builes un profeta del acontecer nacional. Año centenario de su nacimiento 1888-1988. (No ciudad, no editorial).
[2] González. Op. Cit. p. 178. Sobre como el clero controla la vida humana desde los tiempos de los reinados en Europa, a partir del nacimiento hasta la muerte.
[3] Osorio, Op. Cit., p. 18-19. Los datos gruesos de la cronología han sido extraídos de esta fuente.
[4] Ibid., p. 27-31.
[5] “Es el mundo maldecido por Cristo, con sus escándalos, sus errores que amenazan vuestra fe en este siglo fatal en que nos tocó vivir.” Builes, Miguel Ángel. Cartas pastorales, (Medellín, Colombia. Bedout, 1958), 13.
[6] Ibid., p. 13-14. Véase también. Olano García. María Dolly. Monseñor Builes, el hombre, el apóstol, el místico. (Cali: Instantáneas) 80-83.
[7] Ibid., P. 19.
[8] Osorio, Op cit., p. 22-23.
[9] Ibid., p. 22-23.
[10] Ibid., p. 125. La vida como misionero en las laderas del rio Cauca dice Osorio que fueron de vital importancia para formar su idea del Seminario de Misiones, de fortalecer su vocación misional, de conducir su propósito de vida a la propagación del cristianismo católico.
[11] “La expansión de la doctrina católica en América tiene una enorme profundidad en el tiempo, desde la bula Inter caetera de 1493 el papa Alejandro VI señalaba a los Reyes católicos donantes de las nuevas tierras que «prosiguiendo la conquista de las dichas islas y tierras procuren que los pueblos sean persuadidos a recibir la fe católica” Jacques Lafaye, Mesías, cruzadas, utopías. El judeo-cristianismo en las sociedades iberoamericanas (México: Fondo de Cultura Económica, 1997). 57. Citado por: Cabrera Becerra. Gabriel. «Las relaciones entre misioneros en la zona fronteriza del Vaupés colombo-brasileño (1914 –1982)». Franciscanum175, Vol. 63 (2021): 2.
[12] Osorio. Op. Cit., p. 19.
[13] Sergei Gruzinski – La colonización del imaginario. Sociedades indígenas y occidentalización en el México español siglos XVIXVII. México: FCE, 2007. Fernando Mires – La colonización de las almas. Misión y conquista en Hispanoamérica. Buenos Aires: Libros de la Araucaria, 2007. Herbert Frey – cristianismo en occidente y en la Nueva España. La europeización de Europa y la occidentalización del Nuevo Mundo. Revista Mexicana de Sociología. 61:1 (1999) 19-38. Celia Cristina Tavares da Silva – Goa: a cidadela cristã no Oriente. Revista Historia y sociedad. 15 (2008) 27-41. Citados por: Cabrera Becerra. Gabriel. «Carisma y presencia femenina en las misiones del Vaupés colombiano 1951-1984: Capuchinas, Teresitas y seglares». Lusitania Sacra 35 (2017):270
[14] Michel De Certau. La escritura de la historia (México: Universidad Iberoamericana, 1985). Citado por: ______Op. Cit. Las relaciones entre los misioneros…, p. 2.
[15] “CHARLAS CON FER, EL SEMINARIO DE MISIONES DE YARUMAL. – YouTube”, accedido 18 de octubre de 2023, https://www.youtube.com/watch?v=hl0buNDXhXA&ab_channel=TanPaisaTv. (Entrevista que hace Fernando Espinoza al Historiador Orlando Montoya tocando el tema del seminario de Misiones de Yarumal).Véase también: Olano García. María Dolly. Monseñor Builes, el hombre… Op. Cit., p. 269.
[16] Diaz Suárez. Bernardo – Los religiosos en Colombia. Bogotá, Litográficas Calidad Ltda, 1995, p. 877. www.misionerasteresitas.org, consultada el 12 de mayo de 2009, refiere su presencia en Barrancominas y Puerto Inírida en el Guainía; Piracuara en el Vaupés y en Puerto Carreño en el Vichada. Citado por: Cabrera. Carisma y presencia… Op. Cit., p. 278. Las teresitas del niño Jesús “Inicialmente ocuparon una vieja casa ubicada a una cuadra de la plaza principal obsequiada por la madre del fundador”. Botero Restrepo. Juan – Los diez grandes evangelizadores de Colombia. Caracas: Ediciones Trípode, 1987, p. 128. Citado por: Ibid., p.278.
[17] El 11 de abril Funda la Congregación de Hermanas Misioneras Contemplativas que luego se disolvió. En 1951 Funda la Congregación de Hijas de Nuestra Señora de las Misericordias”. “Tejasarriba.org | Miguel Ángel, obispo |”, consultado el 1 de noviembre de 2023, https://www.tejasarriba.org/builes.html.
[18] Osorio. Op. Cit., p. 20.
[19] “A hombros de gigantes”, frase que ha sido utilizada por varios personajes como: Isaac Newton, Stephen Hawking, el Prof. Dr. D. Ángel Ferrández Izquierdo nos aclara como este aforismo nos trae a colación la idea sobre la necesidad de acudir a las bases del avance científico para continuar su desarrollo. “A hombros de gigantes – Academia de Ciencias de la Región de Murcia”, accedido 29 de junio de 2022, https://www.um.es/acc/a-hombros-de-gigantes/. Otro punto de análisis de esta expresión es el que nos plantea Johann Wolfgang Von Goethe. En la introducción de: Stephen Hawking, A HOMBROS DE GIGANTES, Las grandes obras de la Física y la Astronomía, tercera (Barcelona: CRÍTICA, 2004). Goethe en la introducción nos recuerda que el conocimiento no solo avanza continuamente desde los trabajos anteriores, pues hay ocasiones que se hacen saltos intelectuales a una visión nueva de mundo. Pg. 10. Con esto dicho, la importancia de la modernidad radica en ese aspecto, es la ampliación en las formas de entender el mundo, de generar nuevas formas de relacionarnos e inclusive retomar algunas que fueron violentadas y minorizadas por una hegemonía intelectual, con el fin de continuar la búsqueda incesante de nuestro conocimiento personal y del entorno en el que habitamos.
[20] Viloria Vera, Enrique. FELIPE II: El Primer Globalizador. (Salamanca: Centro de Estudios Ibéricos y Americanos de Salamanca) P. 35. “El Rey de España es el monarca más poderoso de la Cristiandad, que tiene en sus manos las riendas de la guerra y posee tan grande poder que en sus dominios el sol ni se levanta ni se pone”.
[21] Osorio. Op cit. Pg. 14.
[22] Al final de cada carta pastoral señalaba Builes el número de domingos que debían ser leídas a los feligreses. Véase en, Builes, Miguel Ángel. Cartas pastorales, (Medellín, Colombia. Bedout, 1958).
[23] Figueroa Salamanca. Helwar Hernando. Monseñor Miguel Ángel Builes, un político intransigente y escatológico (1925-1950) Anuario de Historia Regional y de las Fronteras, vol. 21, núm. 1, 2016. Universidad Industrial de Santander Bucaramanga, Colombia., p. 243.
[24] Diaz, López. Zamira. En cometarios y correcciones de este escrito.