MODERNIDAD Y TRADICIÓN, RUPTURAS Y CONTINUIDADES
El Hombre/Humanidad siempre ha buscado la forma de tener una seguridad para vivir; una seguridad para: comer, vestir, habitar; es decir, una seguridad del sustento vital para la vida orgánica, pero también hay un factor que está de por medio y que es fundamental concebir, para ello acudimos a los planteamientos de Cassirer[1] y Peter Berger[2] sobre la religión, estos destacan la necesidad de algo que es esencial para la supervivencia de la especie, lo cual obedece a la necesidad de crear propósitos para la vida, darle sentido a la existencia. Y estos propósitos y sentidos son creados por medio de la simbología, es decir, por medio del lenguaje, el mito, el arte, la música, la religión etc. Esta es la manera cómo significamos a la vida, le damos contenido a la forma de entendernos a nosotros como individuos sociales, al medio en que nos desenvolvemos y a cada una de nuestras instituciones que hemos creado para nuestro ordenamiento societal.
Una muestra de las creaciones del Hombre, además de su «arquitectura e ingeniería» dada al cultivo y mejoras del hábitat ante peligros potenciales (Eje: los rayos del sol la lluvia o sequías severas, lluvias extremas, temblores, depredadores etc.) Son, amparándose en los planteamientos de Cassirer sobre el símbolo, las manifestaciones de nuestra capacidad imaginativa, la capacidad de idear el mundo, moldearlo a nuestras «necesidades», ordenarlo, darle sentido más allá de la físico, de las necesidades orgánicas para mantener el cuerpo estable (saludable), es decir, lo imaginable. Como se puede ver en la imagen número 1 y según los estudios sobre el caso, eso ha sido así desde hace cientos y miles de años, por mencionar algunos otros casos que se han dado alrededor de la Tierra como lo son: la cueva de Altamira en España, la de Chauvet en Francia, la Necrópolis de San Agustín e Isnos, Puerta del Sol en el Perú (Intipunku) etc.) Algunas de estas evidencias nos demuestran que esto ha sido posible en fechas oscilantes entre los 40000 (La cueva de chauvet) y los 20000 (las de Altamira) años atrás.
Es decir, nos hemos imaginado a la vez que le he damos forma al mundo, nos imaginamos en un mundo al que le hemos dado nombre y descrito en diferentes formas iconográficas. En este imaginar se ha ordenado el mundo, pero lo que atañe a este trabajo, es como se ordenó desde el llamado «Descubrimiento» del «Nuevo Mundo» (ligado el estudio del Mundo-Occidental). Para este propósito se ha tomado a la religión como sistema de estudio y dentro de la religión a una filosofía religiosa, la judeocristiana, y de ella a una de sus corrientes, el catolicismo apostólico y romano. Este sistema fue una parte fundamental del avance de la Conquista y Colonización del Nuevo Mundo por parte de Castilla y Aragón a través de las Misiones, las que venían fundamentadas con el orbe de cristiandad del que hacían parte. Llegada la Conquista de Castilla sobre el «Nuevo Mundo» se desarrolla la Colonización y para ello fue fundamental las Misiones, cuyo papel era el de llevar la buena nueva a los nuevos territorios y sus poblaciones, desde esta idea se fueron instalando Iglesias en cada poblado.
Su estructura se afianzó en las Bulas papales conocidas como las Bulas Alejandrinas (Inter caetera)[3]. La Iglesia católica con el papado a la cabeza hacía de árbitro para los Estados cristianos (Castilla y Portugal), y a través de los escritos pontificios se legitimó los procesos de conquista y colonización. Cuando llega la “Modernidad”, como proceso de las ideas de las revoluciones «europeas», las que se han planteado como un entretejido, entre Europa y todas las partes que alimentaron a esta, desde lo material, como el oro, la plata, nuevas especies de animales, plantas etc. como también las formas subjetivas de los aborígenes, en una conjunción de culturas. Aunque Europa ha dominado, investida con un manto de superioridad que a su vez fue facultado por la religión católica. Vistos como los encargados de llevar la civilización a través de la filosofía cristiana, en contra de los bárbaros, los fuera del orbe de cristiandad.
Llegado la “Revolución Occidental” (Ilustración, Revolución Francesa e Industrial, más las revoluciones Hispanas y Americanas) se cuartean las ideas del orden dado por la dupla de poder temporal y espiritual, del que hacía parte el territorio del actual Colombia. El mundo estaba regido por “una verdad”, la del carácter áurico de la religión católica apostólica y romana, en este proceso se quiebra y se pluraliza, el Hombre hace un llamado a los postulados secularizadores del Estado y se proclama la subjetivación de la religión al ámbito de las conciencias individuales, quienes tendrían la capacidad de decidir si profesaban o no la fe cristiana o alguna otra.
En este proceso de proclamación de nuevas formas de organizarse y entender el Mundo, la tradición continuaba siendo de vital importancia para su organización, y por ello la Iglesia católica buscó mantener su dominio tanto en lo espiritual como en las instituciones estatales, con ello se generó una lucha por si esta continuaba siendo parte del Estado, tomando decisiones, o si solo se recluía a las conciencias individuales.
En la imagen número 8 se puede apreciar a los Obispo de Colombia reunidos en el Segundo Concilio Vaticano, aunque no hace parte de esta investigación es una buena imagen que nos permite ver cómo la Iglesia a pesar de las vicisitudes continuó siendo un baluarte para la sociedad colombiana, aunque permitiendo un diálogo más ameno con la Modernidad.
[1] Cassirer Ernest. Antropología filosófica. Introducción a una filosofía de la cultura. (México: Fondo de Cultura Económica, 1967). 26, 52, 62, 192-193.
[2] Ludwig Berger, Peter. El dosel sagrado. Elementos para una sociología de la religión. (Buenos Aires: Amorrortu editores, 1969). 17–33.
[3] BEJARANO ALMADA, Ma. de Lourdes.Las Bulas Alejandrinas: Detonates de la evangelización en el Nuevo Mundo. Revista Col. San Luis. 2016, vol.6, n.12, pp.224-257. ISSN 2007-8846.